Capítulo VI, La Selva, Pucallpa

Por la mañana temprano llegamos al aeropuerto de Pucallpa, ni bien bajamos del avión el calor nos abraza, húmedo, perfumado, hasta el aeropuerto se vé verde.
Estamos muy ansiosos, nos vienen a buscar del centro donde vamos a parar unos días, es un centro de medicina naturista, tradicional, que queda literalmente dentro de la selva.
Nos vienen a buscar, nos tomamos una moto-taxi, que nos vamos dando cuenta que son el 95 % de los vehículos acá.
Llegamos a la oficina del centro, dejamos nuestras valijas y sólo llevamos lo necesario para un par de días, calzado para caminar, traje de baño, gorro, campera por si llovía, y muy importante OFF.
Nos tomamos un taxi, de un viaje de aprox 2 horas, en el cual tragamos tierra como locos, pero no importa.. llegamos a un pueblo que se llama Honoria, donde seguimos el intrincado viaje a Mayantuyacu (el centro), ésta vez en una lanchita, que al principio nos dió un poco de miedo, pero después nos resultó divertida.






Todo ésto enmarcado de un verde intenso, flotando un rio de color entre tierra y rosado, hace bastante calor, por suerte está nublado.
Llegamos a tierra, sólo nos falta una caminata de una hora, para llegar. No podemos creer el camino, la vegetación, los sonidos que empezamos a escuchar. Todo nos sorprende.
Después de la cansadora caminata llegamos a Mayantuyacu. Exhaustos.
Nos encontramos con un lugar inimaginable, el centro está formado por un conjunto de Malocas (chozas), y una principal que es como el templo, rodeando un río que sale vapor continuamente, y ésto es porque está a una temperatura no muy lejana a los 100° centígrados, hervida! no podés ni meter un dedo porque te quemás vivo.




No lo podíamos creer, es como estar en el centro de la tierra. El calor brota de abajo nuestro, el lugar es pura enería y se siente.
Nos dan la bienvenida y nos muestran nuestra maloca. Vamos a dormir en la selva! estamos emocionados, cansados, acalorados. Todo junto.
Justo al rato que llegamos están sirviendo el almuerzo así que nos disponemos a recuperar las energías gastadas. La comida es super naturista, verduras, arroces, quinoa, fruta, y en lo posible ni azucar ni sal.
Nos integramos de a poco al grupo que algunos estaban hace varios días otros menos, argentinos, franceses, peruanos, californiano, un variete. Cada uno vaya a saber que vino a buscar a éste lugar, algunos a sanar temas de salud, otros a buscar espiritualidad y vivir las ceremonias tipicas de y en la selva.
La rutina acá es relajar, encontrarse con uno mismo, meditar, pensar, leer, lo que uno tenga ganas.
Al principio se hace dificil, acostumbrarse a no tener nada que hacer, pero es un buen ejercicio, que despues de un rato o un día o el tiempo que sea, hace que te encuentres con vos mismo si o si, con lo que te gusta y lo que no, en fin, para algo de eso habremos venido no?






Llegó la noche, y con ella la oscuridad de la selva, sólo unas velitas y unos faroles de querosene, el cielo estrellado se te cae encima. Comemos todos juntos a la poca luz de los farolitos, y despues de charlar con la gente que está en el centro, nos vamos a nuestra maloca.



La cama obviamente tiene mosquitero, porque sino los mosquitos y demases te morfan.
Nos dormimos degustando la variedad de sonidos y ruiditos que vienen de afuera, es increíble.
Nos despertamos muy temprano, ésta vez con los sonidos de la mañana, mucho calor además, eso hace que no puedas estar mucho en la cama.
En el salón principal nos encontramos con un cartel que no podemos dejar de mirar..


Nos enteramos despues que la planta sagrada a la que se refiere el cartel, crece justo arriba del río que hierve, y misteriosamente el Arbol, parece querer tirarse al agua, acercandose cada vez más al rio caliente, es increíble.


Emprendemos una caminata rio arriba, donde nos dijeron que despuès de un rato de caminar, la temperatura del rìo baja (un poco) a unos 35º más o menos, y ahi si te podés meter, es como una especie de terma natural, al principio que entras al agua te quemás pero después el cuerpo se te acostumbra y cuando salís del agua un poco te refrescó.




Al minuto de estar fuera del agua, el calor vuelve, es bastante, deben ser más de 30º pero super húmedo.
Nos empezamos a adaptar un poco a la rutina de la selva, nuestros oidos se van adaptando cada vez más a los sonidos y cada vez pareciera que encontramos nuevos.



Pasamos 3 noches en el centro, y luego partimos al pueblo de Pucallpa, como tenemos un vuelo el día siguiente nos vamos a quedar una noche.
Volvemos a la civilización!!! Buscamos un hotel, nos queremos bañar en una ducha!!!! Encontramos un hotel muy barato, con pileta, TV, buena ducha, etc, a ésta altura todo eso parecen lujos que habian quedado muy atrás.
Tomamos Coca desesperados!! nos bañamos y a recorrer el pueblo y comer!!!!
Nos comimos todo!!!!
Previo chapuzón en la pileta del hotel, nos vamos a recorrer el pueblo, la costanera, entramos al mercado, nos  quedamos sorprendidos con un puesto que vende todo tipo de brevajes y "pociones", obviamente algo nos llevamos.. En el éste mercado te venden hasta piel de serpiente, enrollada tipo tela.




Se nos largó una tormenta de selva encima que nos corrio hasta el hotel. Llovió fuerte toda la noche.
Mañana tenemos el vuelo a Lima, dejamos la selva. Sacamos muchas fotos antes de irnos a las miles de motos-taxi, que nos hacen sentir que estamos en la india.




Volvemos a la gran ciudad, pero eso ya es otro capítulo..