Nuestra ida a Machu Picchu desde Cusco la pensamos de una manera un poco económica y un poco distinta a lo general y es por eso que decidimos empezar en transportes públicos. Luego de ese primer taxi compartido, tienen como un sistema armado, el cual otro taxi, también compartido, pero esta vez con mas gente, hasta el siguiente pueblo, fueron 1 hora y media hasta Santa Teresa. Si no recordamos mal, era un Domingo, o sea, feria abarrotada de gente y en un pueblo bastante extraño, que a primera vista parecían pocas construcciones y bien arriba todas ellas de un río que en sus mejores caudales parecería ser un río muy importante.
Desde aqui, nos teníamos que tomar el último taxi, también compartido, hasta Hidroeléctrica, el cual pensabamos otro pueblo mas, pero no, era como el nombre lo indica, una Hidroeléctrica con sus trabajadores, una vía de tren y no mas que eso. Este último taxi, tuvimos la sopresa de compartirlo nuevamente con los Suizos que nos encontramos de Copacabana a Cusco en los principios de nuestro viaje. Son cosas agradables que nos van pasando..
Una vez en Hidroeléctrica, decidimos emprender el final del viaje hasta Aguas Calientes, caminando, por el costado de la vía, sería una caminata de unas 3 horas, bajo una suave llovizna, pero increíblemente agradable y placentera, todo el tiempo rodeados de montañas y avanzando como en un inmenso valle valdiviano, espeso y con ruidos que a uno lo hacían estar muy atento a todo. Nos adentrabamos en lo que era puntualmente Machu Picchu.
LLegamos! que espectativa!!!, despues de la lindísima caminata llegamos a Aguas Calientes, esperabamos encontrarnos con un pueblito, y resultó ser casi una ciudad a la vera de Machu Picchu.
Llegamos cansados, y muertos de hambre. Buscamos un lugar para dormir, y al primero que entramos a consultar, nos encantó. Una vista plena a la espalda de Machu Picchu, muy pocos soles, y la mejor ducha desde que empezamos el viaje..caliente, fuerte y larga..
Con mucho hambre nos vamos a comer, previa sacada de ticket para mañana subir a la gran montaña!!A dormir temprano, compramos despertador y suena a las 4 Am!! Porque tan temprano?? Si además de subir a Machu Picchu, querés subir esa montaña enorme que está detrás, llamada Huaynapichu, tenés que llegar dentro de las primeras 400 personas, de las 2000 que visitan Machu Picchu a diario, se dan unos numeros para subir en dos turnos, uno a las 8 am y otro a las 10 am. Gracias a tremendo madrugón subimos en el primer micro, y conseguimos nuestro número para Huaynapicchu.
5.00 Am, Machu Picchu nos abre sus puertas, y entre emocionados, dormidos y espectantes empezamos a recorrer la ciudad, casi con la boca abierta, y tomando de a poco dimensión de lo que significa éste lugar.
Cerca de las 10.00 hs, nos vamos acercando a la entrada de la subida a Huayna, previo descanso en unas rocas, emprendemos la subida.
Literalmente vertical, cansadora, escaleritas, trepadas, calor, uff, pero la recompensa despues de 1 hora de subir es la vista. Guau!!!! increíble, valió la pena, acá tomas completa dimensión de lo que es la ciudad de Machu Picchu, tenés casi una vista aérea de la ciudad, no la podés creer, en esta montaña hay ruinas tambien, es como una especie de vigilancia a la ciudad, increíble!!!
Descansamos un buen rato, disfrutando de estar a la altura de los pájaros y sin poder de dejar de mirar Machu de arriba! que lindo!!Se nos largó otra lluviecita arriba, que dejamos pasar pegados a una piedra, la gente se tapa con sus pilotos de plástico de colores que te venden en aguas calientes, nosotros nos mojamos felices!
Bajamos haciendo pata-cross (corriendo) nos miran como si fueramos locos, nos divertimos mucho!
Ahhh arriba nos volvimos a encontrar con nuestros amigos Suizos.
Llegamos abajo muertos, con hambre, nos comemos las ultimas frutas que nos quedan y seguimos recorriendo Machu Picchu, de a ratos sol, de a ratos lluvia, ahora con más calor porque ya es la tarde.
Mucha gente que sigue entrando, ya no nos movemos solos como a la mañana, pero seguimos disfrutando de éste increible lugar.
Nosotros fisicamente no damos más, pero nos reusamos a irnos de éste increíble lugar.
Tipo 4 de la tarde y con una lluvia que parece decidió quedarse, emprendemos la retirada con el colectivo que te baja de Machu Picchu. Pensabamos bajar caminando pero ya no damos más y estamos además de hambrientos y cansados un poco mojados, pero felices, conocimos uno de los lugares más místicos y plagados de energía de todo nuestro viaje.Volvemos a Aguas Calientes a hacer otra noche y mañana por la mañana partimos con el tren hasta Ollantaytambo, donde luego tomamos una combi hacia Lima, sería unas dos horas de viaje. Pero fueron 3 horas de una charla con un Peruano, chofer él de la combi, el cual nos llegó a emocionar con sus palabras, sus conclusiones de la vida en Peru, del escenario general de la vida!, que alegería nos daba escuchar todo eso!, dificil de transmitir. Una de sus frases que nos quedo resonando fue, "..nosotros necesitamos en Peru lo que Evo para Bolivia, la plata no llega al trabajador.." Fue una charla muy agradable.
Volvimos a Cusco, si, esa Ciudad la cual en un principio pensabamos estar solamente de paso, nos volvia a atrapar entre su paredes echas por Incas y por Inca-pases, entre sus luces y gente queriendote vender hasta una foto con ellos por unos Soles. Aqui tomamos la desición de encarar nuestro viaje a la Selva, la cual era nuestro siguiente destino, vía Lima, ya que después de averiguar por todos los lados posibles, llegar hasta Pucallpa desde Cusco era practicamente imposible. Avión muy caro, bus pues, de unas 21 horas hasta la grán Ciudad, Lima. El camino desde Cusco es una montaña rusa literalmente, todo el tiempo al límite de volcar, en un bus de dos pisos..
Lima, descanso en un hotel un par de horas y Ceviche mediante, partimos al Aeropuerto con destino a la Selva!!