Partimos en bus, desde Copacabana hacia Cusco. Un viaje de 7 horas, se nos hizo un poco más largo de lo esperado ya que el micro para bastante y baja y sube gente, mucho no nos importó, igual dormimos.
Llegamos a Cusco 5.00 am, nos tomamos un taxi compartido con unos chicos de Suiza, lo que no sabiamos era que nos encontraríamos nuevamente con ellos llegando a Machu Pichu, pero eso corresponde a otro capítulo...
LLegamos a la Plaza de Armas, en busca de un hotel, hostal o lo que sea... casi nos quedamos en uno espantoso, pero nos fuimos a tiempo, estabamos muy cansados del viaje. Después de un rato de buscar, conseguimos uno muy lindo, a la vuelta de la plaza.
Al salir del hotel (Sábado) nos encontramos con la grata sorpresa, que se estaba realizando el desfile por los festejos de la Virgen Patrona de la Ciudad, por ende, un terrible despliegue de disfraces, música, baile y alegría desparramandose por las calles Cusqueñas.
La ciudad es muuuy linda, con muchas callecitas cortadas, finitas, empedradas, ideal para perderse con una cámara de fotos.
Un mercado enorme, muy pintoresco, en el cual podés comprar desde frutas y verduras, ropa, plantas milenarias, brevajes raros, y hasta se puede almorzar ahi mismo, distintas comidas, en distintos puestos, en largas mesas compartidas con la gente del lugar, por muy pocos Soles.
Estos días relajamos un poco, veníamos de Bolivia, con mucha altura, mucha caminata, y tenemos que reponer energías porque Machu Picchu nos espera.
Dejamos Cusco muy temprano, son las 4.30 AM, destino final Aguas Calientes, pero eso ya será en el próximo capítulo.
Dejamos Cusco muy temprano, son las 4.30 AM, destino final Aguas Calientes, pero eso ya será en el próximo capítulo.